martes, julio 31

Trigales

Los paisajes de Normandia y Bretaña son para un cuadro. En los viajes era imposible no mirar todo el tiempo por la ventana, como los perros (pero sin sacar la lengua!). A cada rato, parábamos para sacar alguna foto. Todo sorprende, todo llama la atención y es muy pintoresco (dan ganas de quedarse y pintar). A mi me parecieron maravillosos los campos, con sus colores, sus relieves, esa prolijidad perfecta y viva a la vez.

En particular dos cosas me llamaron la atención, una de ellas se las muestro hoy: los campos de trigo antes y después de la cosecha, (incluso a veces se cuelan amapolas y quedan todavía más lindos). 





Luego de cosechar, el resto se junta. Hoy en día los fardos los hacen unas máquinas que los dejan perfectos...





Antes se juntaba en forma manual. Muchos pintores impresionistas retrataron estos fardos y la vida de los cosechadores.

Van Gogh también se debe haber enamorado...
Field with wheat stacks, Vincent Van Gogh
Fields near Auvers, Vincent Van Gogh
La Siesta

 Monet tiene una serie impresionante donde los pinta a toda hora, siguiendo su característica de capturar la luz en distintos momentos y estudiar como se refleja en los objetos. Algunas de sus cuadros (al final del verano, en el atardecer y por la mañana temprano):




Si se quedaron con ganas de ver más cuadros de campos, estos dos pintores "realistas" franceses pintaron la vida de las cosechadores y seguramente les van a gustar.

Los dos cuadros están en el Museo de Orsay, en París y son impresionantes.

El primero, Jules Breton en su cuadro "El llamado de las espigadoras" plasma el final de un día de cosecha de forma bastante idílica (son casi heroínas, que ni se despeinaron por trabajar. En lugar de mostrar las condiciones reales de trabajo de ese momento).



Jean Francois Millet,  nos muestra a las cosechadoras cansadas al final del día, en su cuadro "Las Espigadoras".


En el próximo post: los campos de girasoles.

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