A la salida del taller tengo un ficus. Está creciendo de nuevo... después de una poda se había empacado. Pero recobró fuerza y me regala hojas hermosas. Para mi no hay nada más relajante e inspirador que ver las hojas de un árbol moverse con el viento.
En esta etapa de enamoramiento que estoy atravesando con los sellos, obviamente, la inspiración se tradujo en un sello.
El cuadrito de abajo lo dejé libre para poner una pequeña frase de dedicatoria, un "te quiero", "feliz cumple" o cualquier otra frase.
La foto que sigue (si, ya sé que no tiene nada que ver en nada con el tema del post, pero se las quería compartir), es mi nuevo chirimbolo para la puerta del taller.
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